jueves, 27 de julio de 2017

Los tres mosqueteros - Alejandro Dumas


Título: Los tres mosqueteros
Autor: Alejandro Dumas 

Páginas: 672

Editorial: Anaya

Precio: 16,50 euros 

Año de edición: 1999 (4ª edición)

Hoy vamos a hablar de un clásico, una de las mejores novelas de aventuras de todos los tiempos y culturas, una obra maestra de todos conocida titulada «Los tres mosqueteros», que como todo el mundo sabe eran cuatro espadachines, D'Ártagnan (guardia de la reina) y los tres mosqueteros del rey, Athos, Phortos y Aramis. 

La novela se publicó por primera vez por entregas en el diario «Le Siécle» en 1844 y causó verdadera sensación. Con la ayuda del historiador Auguste Maquet, del ilustrador Vivant Beaucé y de su desbocada imaginación, el escritor mulato Alejandro Dumas escribió una novela arrolladora, con aventuras, amoríos, personajes y pasajes históricos, intrigas, mucha ironía, golpes de efecto impresionantes, lances cómicos, históricamente convincente y amenísima. 

Es tal su capacidad de enredo y su habilidad para llevar al lector en volandas hasta el final, que es muy difícil reparar en los frecuentes errores históricos y fallos de coherencia. Porque todo da igual, la historia es tan buena que uno no se entera si le cambian un número de una calle, una hora del día o incluso un personaje secundario.

Ilustración de la edición original

Dos cualidades hacen además de este libro algo muy especial: un sentido del humor finísimo, que a menudo se ríe de los gascones, de Francia y de los franceses, y un toque de cinismo de vez en cuando. En más de una ocasión se pone en práctica sin rubor aquello de que el fin justifica los medios. Por ejemplo, D'Artagnan conquista a una mujer casada, a la que considera el amor de su vida, pero si tiene que engañarla para seducir a una pobre chica para salvar a la reina, lo hace sin problemas. Eso hace de esta deliciosa novela una mezcla diabólica como la vida misma: maravillosa y a la vez moralmente insatisfactoria.

También es muy notable la galería de malvados que desfila por estas páginas: la pérfida y peligrosa Milady de Winter, el maquiavélco Richelieu, el cruel Conde de Rochefort, el ominoso verdugo de Lille... un reparto inolvidable, tan característico como los protagonistas, el fortachón y presumido Phortos, el mujeriego y clerical Aramis o el refinado Athos que bebe para olvidar un funesto pasado.

Por último, no hay que desdeñar la imagen que se da de las altas esferas, las intrigas de la corte y la trastienda política, mucho más ilustrativa y aparentemente realista que la mayoría de libros del género. Como anécdota, Dumas siempre dijo que se había basado en un texto, las «Memorias del señor D'Artagnan, teniente capitán de la primera compañía de los Mosqueteros del Rey» (1684) de Gatien de Courtilz, que sacó de la Biblioteca pública de Marsella y nunca devolvió. El libro no se ha encontrado y en la biblioteca aún se conserva su ficha, así que hay que suponer que es cierto.

Una novela verdaderamente deliciosa, una obra maestra que solemos leer de niños y en versiones resumidas o adaptadas, y que se disfruta en todo su explendor siendo ya un lector adulto y en la versión original completa. Es tal su categoría que ha dado lugar a un buen número de imitadores, el último, Arturo Pérez-Reverte, que lo hace francamente bien, pero que permite jugar a leer primero una aventura de Alatriste y luego la obra de Dumas. Entonces se aprecia en detalle porqué es todo un clásico.
                
Un libro ideal para leer estas vacaciones de verano, muy recomendable para lectores con muchas horas de vuelo que hayan leído la historia siendo niños. La edición de la eitorial Anaya me gsta especialmente; es cómoda, tiene letra grande, ilustraciones y un interesante estudio de la época y la obra al final.

Alejandro Dumas (Villers-Cotterêts, 1802-1870) era hijo de Thomas-Alexandre Dumas, un general francés mulato, héroe de la Revolución Francesa y uno de los mejores generales que tuvo Napoleón. En realidad la vida de aventura que vivió su padre, llamado «el conde negro», le sirvió de inspiración para escribir «Los tres mosqueteros» y «El Conde de Montecristo». 

Fué un novelista y dramaturgo muy prolífico, que dejó más de 300 obras escritas, y uno de los escitores franceses más populares y recordados. Como dijo Stevenson en una acertada frase que resume el encanto de este genio francés: «no puedo decir que Dumas sea superior literariamente a Shakespeare, pero me gusta más». 

Su hijo, también llamado Alejandro Dumas fué también un conocido escritor. Quienes le conocieron dicen que era encantador soñador, apasionado, enamoradizo y generoso.

Alejandro Dumas

Publicado por Antonio F. Rodríguez.

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